El hechicero está presente primamente en sociedades arcaicas, aunque
todavía en la actualidad muchas comunidades tienen presente esta figura que se
encarga de realizar tareas tales como las de curar, comunicarse con los
espíritus y/o dioses y de presentar habilidades visionarias y adivinatorias, se
mantienen estas tradiciones y creencias desde la antigüedad, especialmente en
tribus o pueblos originarios. En estas sociedades primitivas el hechicero
ocupaba una posición muy importante en la comunidad, aparte de atribuírsele
diversas funciones como las de sacerdote, chaman, mago, curandero o incluso
hasta la de médico, también se cree que podían indicar el lugar donde se
encontraba la caza y hasta alterar los factores climáticos para la conveniencia
de la tribu, aldea o comunidad.
En aquellas sociedades primitivas el hechicero
era muy respetado y hasta temido, por poseer conocimientos misteriosos y múltiples
facultades que le permitía comunicarse con el mundo sobrenatural, rompía los maleficios
y ahuyentaba los demonios. La jurisdicción del hechicero no tiene siempre el
mismo alcance varía según cada tribu y época. Esta figura podía además de ser
el jefe, supervisar todo tipo de ritos y tradiciones religiosas y mágicas, y al
mismo tiempo enseñar a las nuevas generaciones, atendía y se preocupaba del
bienestar físico y espiritual de todos los miembros siendo esta la función de
médico, decidía cuando iniciar o concluir incursiones bélicas y podía dictar
sentencia contra malhechores y prevaricadores haciendo así de juez, y mantenía
como jefe de la tribu contacto con otras tribus vecinas, es por esto que en los
momentos de crisis toda la confianza recaiga sobre el hechicero.
El hechicero llevaba consigo un sin número de
utensilios que utilizaba para ejercer su poder mágico, entre ellos los huesos,
dientes, garras de fiera, conchas de caracol, raíces secas, piedras, cuentas de
vidrios y todos estos elementos los utilizaba para hacer pócimas para la
adivinación y creaba una atmósfera de misticismo para curar los males. El
hombre prehistórico pensaba que las enfermedades se originaban por maleficios,
castigos de los dioses, por haberse salido de la norma establecida, hacer mal
cosas, tenía que indagar en la vida del paciente, averiguar y contrastar lo que
había hecho este, sino el hechicero no podía realizar su trabajo, algunas de
sus técnicas para el diagnostico involucraban a los oráculos, la astrología,
los sueños y el trance de aquella época.
El rito era un arte ceremonial y mágico, todo
se preparaba de tal forma que el hechicero lograba a través de alcohol o de
alucinógenos viajar, hacia arriba (
cielo ) hacia abajo ( infierno ) y de esta manera se comunicaba con los espíritus y veía signos y
señales, las cuales interpretaba y así lograba saber que era lo que afectaba al
paciente, el cual también podía entrar en trance y así le daba mas credibilidad
al hechicero, también así lograba encontrar más respuestas al mal que acusaba
al paciente, estos ritos se acompañaban cuando era necesario y según que por
danzas, cantos, rezos y oraciones, junto con la música de un tambor.
Dependiendo de la tribu y época así era su hechicero.
EL hechizo en sí es un acto mágico, produce
efectos sobre la realidad mediante procedimientos sobrenaturales como el uso de
conjuros de manera litúrgica y ritual. Cuando de lo se trata es de adivinar se
llama sortilegio, cuando se requiere someter la voluntad de otra persona o
influir en ellos con mala voluntad se le llama maldición o encantamiento, y sí
es para su protección se le llama bendición, es la acción de bendecir. Esto se
practica en muchas religiones pagana y forma parte de alguna religión
monoteísta, mientras que en otras como el cristianismo está totalmente
prohibido.
El hechicero proviene de las creencias mágicas
del neolítico y su práctica desde entonces es una actividad que está bien
documentada en numerosas fuentes históricas e incluso todavía sobrevive en
algunas zonas, como en la religiones budistas o chamanicas originarias. Desde
la edad media, fue perseguido bajo la acusación de brujería, sobre todo en las
naciones que se practicaba el cristianismo, todavía se conservan los
encantamientos de Morseburg, estos dos encantamientos medievales escritos en
alemán antiguo, son conocidos de la mitología germana pagana.
Comúnmente el hechizo consiste en una
representación del efecto que se quiere conseguir bajo la invocación de una
deidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario